Mostrando entradas con la etiqueta mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones 2010 El sacerdote y la pastoral en el mundo digital: los nuevos medios al servicio de la Palabra. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones 2010 El sacerdote y la pastoral en el mundo digital: los nuevos medios al servicio de la Palabra. Mostrar todas las entradas

3 mar 2010

Reflexiones sobre el mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones 2010

“El sacerdote y la pastoral en el mundo digital: los nuevos medios al servicio de la Palabra”
Algunas reflexiones sobre la teología del mensaje
por mons. Paul Tighe
traducido por Ariel Beramendi
Una mirada general a este texto nos muestra que el mensaje propone algunos temas teológicos, si bien no se presentan explícitamente articulados, nos sirven para realizar una reflexión teológica concreta.


Por una parte, el mensaje del Papa propone una clara teología del sacerdocio. El Papa se refiere al sacerdote como un hombre de Dios. La palabra consagrado es usada frecuentemente y recuerda la homilía del Santo Padre durante el Jueves Santo del año pasado cuado presentó la figura del sacerdote como un “consagrado”, una persona que se entregó a Dios y que continúa entregándose totalmente a Dios.


Precisamente al centro de esta consagración se encuentra la relación del sacerdote con la Palabra de Dios; y nuevamente se afirma que los sacerdotes deben ser testigos del Evangelio, que deben estar en diálogo constante con el Evangelio, portando el Evangelio en sus manos y en el corazón. Lo que el Papa nos indica es que el ministerio comunicativo del sacerdote debe iniciar con una actitud de escucha y de meditación profundas del Evangelio; así el Evangelio nos transforma en lo que somos. Como diría la liturgia tendríamos que vivir, movernos y existir en el Evangelio; transformándonos en personas de Evangelio, quienes como dice el mensaje, somos reconocidos más bien por nuestro corazón sacerdotal que por nuestras habilidades técnicas. Así pues, el Papa afirma que los sacerdotes deberían ser heraldos entusiastas de este Evangelio.



Estas premisas nos ofrecen algunas indicaciones sobre cómo deberían estar presentes los sacerdotes en el mundo de Internet; por lo que la presencia del sacerdote en la Web debería ser sobre todo como alguien que porta el Evangelio en este mundo. La Web es un lugar de gente entusiasta, en ella encontramos gente que gestiona sus proyectos, ideas, hobbies y varios otros aspectos de la experiencia humana; encontramos personas que están discutiendo, compartiendo y aprendiendo unidos por sus intereses comunes... Para los sacerdotes, la Web puede ser un lugar muy fructífero para expresar su entusiasmo por el Evangelio, un espacio donde puede compartir con otros sus conocimientos sobre el Evangelio, y donde también puede aprender de otros sacerdotes y expertos a crecer sus conocimientos sobre la Palabra de Dios. Hoy en día existen grandísimos recursos que pueden fortalecer y hacer crecer la predicación.



La Web no ha de ser entendida sólo como un pasatiempo, existen razones concretas para estar presentes en este espacio; lo cual requiere que mantengamos un enfoque ministerial de dicha presencia. El sacerdote debe estar presente precisamente como sacerdote; muchos sacerdotes son muy competentes en el ámbito tecnológico; muchos otros tienen la capacidad de encontrar nuevos lenguajes para comunicar en estos nuevos espacios. Todos estos son talentos extraordinarios pero no esenciales. Lo que es absolutamente necesario es que el sacerdote sea un hombre de Dios y su Palabra.



Las habilidades técnicas o familiaridad con estos medios, pueden ser adquiridas; por otro lado los servicios técnicos se pueden comprar, incluso se los puede encontrar entre los feligreses o personas de la comunidad; sin embargo lo que el sacerdote ofrece como únicos, es el propio testimonio y compromiso. Esto es lo indispensable. Podríamos decir que si sólo nos limitaríamos a la habilidad o familiaridad con las cuestiones técnicas, seríamos como una campana sin badajo, que no sirve porque “no tiene amor”.



El sacerdote debe darse cuenta que la Web puede redefinir el alcance de sus actividades; muchas de las actividades donde el sacerdote predica, escribe o reflexiona pueden ser compartidas con mayor número de personas y sin mayor esfuerzo gracias a la Web; en el sentido que trabajando en red la misma actividades pastoral puede ser adaptada y desarrollada para distintos formatos; de tal manera que un buen sermón – por ejemplo – sea presentado como un mensaje o una carta circular; o por ejemplo gracias al Internet se puede convocar e involucrar a más personas en nuestras actividades



Los sacerdotes tendría que tener una especial atención al mundo juvenil que está tan presente en la Web; por lo que es necesario pensar cómo se puede entrar en contacto con ellos, teniendo en cuenta que no se trata que el contacto virtual remplace las formas tradicionales de la pastoral, sino más bien que añada algo nuevo, como si se tratase de otro nivel de la misma actividad.



Un segundo elemento teológico que se puede entrever en este mensaje, y que además hace parte del legado teológico del Papa Benedicto XVI, es la insistencia en una Cristología elaborada. Cristo es el Salvador de toda persona, Él es el único que salva, es el Salvador universal. Sus palabras y su enseñanza que donan esperanza a todos; con su amor que no tiene límites. El Papa usa una feliz expresión cuando dice Dios está cerca y en Cristo todos nos pertenecemos unos a otros y en el documento vemos la consecuencia de esta afirmación: para el Papa, la Web es un lugar donde nosotros podemos anunciar el mensaje de Cristo pero aún más, es una alternativa para aquellos que están lejos de la Iglesia, aquellos que se encuentran en la duda y la incertidumbre; pero tomando en cuenta que la misma actitud de duda ya es un punto de apertura. Como sacerdotes tendríamos que estar en búsqueda de aquellos que aún no han conocido a Cristo ni su mensaje, que es el único que ofrece esperanza a la humanidad, es algo que se nos ha confiado y que ahora debemos comunicarlo a los demás.



Por lo tanto, necesitamos comprometernos y tener una actitud de apertura hacia los demás, en este sentido el mensaje del Papa es insistente al pedir hagamos conocer el Evangelio a más personas pues es algo que no es sólo para nuestro propio beneficio, si fuera así seríamos responsables de hacer fracasar el mensaje de Cristo.



Por otro lado, encontramos en este mensaje una fuerte teología de la cultura. Para el Papa la cultura es el lugar donde las personas expresa claramente quiénes son en verdad; lo hacemos así porque hemos creado una estructura social y política que así lo determina a través del arte, la literatura y de la vida de nuestra comunidad en general. El Papa insiste constantemente en la necesidad que los creyentes estemos presentes en la formación de la cultura, a través de un discurso racional que ofrezca las razones de nuestra fe en medio de la reflexión global sobre la búsqueda del bienestar humano.



El Papa es muy insistente en presentar la relación entre fe y razón, recientemente en el encuentro que tuvo con los artistas, Benedicto XVI invitó a abrir el espíritu humano a la transcendencia del mensaje amoroso de Dios; en este sentido podemos afirmar que necesitamos garantizar que la expresión artística sea articulada con el mensaje del Evangelio. Por ejemplo cuando el Papa habla de música - que es algo por lo cual tiene un gran pasión - habla de la capacidad de la música para alimentar y enriquecer nuestro espíritu, manteniendo vivo sus anhelos y la búsqueda interior.



En su última encíclica el Papa reflexiona sobre la necesidad que tenemos de acciones solidarias, de convivencia, que garanticen que somos portadores de valores humanos profundos y que los transmitamos a nuestra estructura política y económica. Internet hace posible un lugar, un foro, un ágora donde se puede debatir y dialogar; y por lo tanto la gente de fe tendría que estar presente portando consigo las razones de su fe en medio de los debates y diálogos de esos nuevos espacios.



Para el Papa está claro que las nuevas tecnologías por sí solas no lograrán este objetivo: “El mero hecho de que los medios de comunicación social multipliquen las posibilidades de interconexión y de circulación de ideas, no favorece la libertad ni globaliza el desarrollo y la democracia para todos. Para alcanzar estos objetivos se necesita que los medios de comunicación estén centrados en la promoción de la dignidad de las personas y de los pueblos, que estén expresamente animados por la caridad y se pongan al servicio de la verdad, del bien y de la fraternidad natural y sobrenatural”. (Caritas in veritate 73.)



Finalmente, es importante señalar lo que no es el mensaje. No se trata de un manual, ni un instructivo que dice qué es lo que hay que hacer o cómo se lo debe hacer. Este mensaje pretende que los sacerdotes estén bien formados y tengan familiaridad con las nuevas tecnologías; aprendiendo y formándose también en los nuevos lenguajes y expresiones que suponen estas nuevas tecnologías. De hecho el mensaje da por hecho que es así e invita a ponerse manos a la obra, exhortando a estar presentes en estos nuevos foros portando consigo el Evangelio pero iniciando desde los contextos locales.



Este es el gran desafío también para el Pontificio Consejo de las Comunicaciones Sociales; el de apoyar los esfuerzos que se realizan en este sentido y promover estructuras adecuadas de formación, recordando constantemente que lo esencial en la formación no es simplemente desarrollar habilidades técnicas, sino adquirir un corazón de comunicador.



Las personas deben ver a través de nosotros que comunicar es importante, pero que es más importante ser comunicadores.

Evangelización: ¿solo informar? - ¿está informado bien la Iglesia de hoy?

A  continuación, reflexionamos sobre el tema de la Comunicación en la Iglesia, y en particularsobre la Evangelización y su relación con la i...