17 abr 2007

LOS M.C. Y LAS FUTURAS GENERACIONES

Tenerife-España 24 abril
por: Ariel Beramendi

INTRODUCCIÓN
Deseo iniciar esta reflexión con la metáfora visual de los relojes que hemos conocido: un reloj de arena, un reloj mecánico y un reloj digital; imágenes que nos ayudan entender de algún modo nuestra historia y los cambios generacionales que vamos viviendo y que afectan nuestra historia personal.
Desde las generaciones que “eran y estaban” físicamente sólo en el lugar que ocupaban hasta la supresión del espacio y del tiempo en la forma de vivir y comunicar, parece que existe un abismo temporal, pero sólo hay pocas décadas que han abierto una brecha no sólo digital, sino también generacional. Este fenómeno denominado por muchos teóricos como “globalización”, tuvo como uno de sus principales aliados a los Medios de Comunicación Social (MCS).

METÁFORA DE LOS RELOJES[1] (EL TIEMPO EN QUE VIVIMOS)
Reloj de Arena


- Se basa en una concepción natural o cíclica del tiempo,
- Dominante en la sociedades preindustriales.
- Se rige por la ley de la gravedad que permite que la arena vaya filtrándose, y por la fuerza humana que da la vuelta al reloj una vez la arena a pasado del todo.
- Una visión circular del ciclo vital según la cual cada generación reproduciría los contenidos culturales del anterior.
- Nada preciso frente a las unidades de tiempo, lo esencial no es calcular con exactitud los años y las horas sino ser capaz de prever la periódica repetición de las estaciones y ciclos temporales; su mecanismo repite la naturaleza cíclica del tiempo, simbolizada en la sucesión día noche, sol sombra, arriba abajo,
- Mientras el reloj de sol era utilizado para medir ciclos diarios y estaciónales, el reloj de arena servía para medir lapsos cortos.
- Refleja un tipo de construcción cultural de las edades vigentes en ese momento, esta modalidad de transmisión generacional persiste en aquellas instituciones como la escuela, el ejército, las Iglesias o el mundo laboral en las que las estructuras de autoridad están muy asentadas y en las que la edad o veteranía sigue siendo uno de los pilares del poder y del saber.
- Se reprime en ocasiones la innovación cultural.
- Cada individuo pone en movimiento su “Reloj de Arena” a partir de una serie de condiciones sociales de partida relativamente rígidas, determinadas por su origen: La edad, el sexo, el rango, el linaje y el lugar de nacimiento y residencia.
- Estas marcas se trasmiten a través de tres grandes instancias sociales: la familia, la comunidad y las estructuras de poder. Junto a la Antropóloga Cultural americana Margaret Mead[1] podríamos matizar esta metáfora de los relojes, afirmando que la generación que mide el tiempo con el reloj de arena, corresponde a una cultura postfigurativa, relacionada directamente a las sociedades primitivas o a pequeños reductos ideológicos. “los niños aprenden primordialmente de sus mayores”. Siendo el tiempo repetitivo y el cambio social lento.
[1] Margaret Mead, Cultura y compromiso, Granica, Buenos Aires,1971

Reloj Analógico
- Se base en una concepción lineal o progresiva del tiempo,
- dominante en las sociedades industriales.
- Con el surgimiento de capitalismo industrial empezó a difundirse una concepción lineal o progresiva del tiempo, que requería técnicas para medirlo cada vez de forma más precisa y universal-
- Marcan el comienzo o el fin de una actividad.
- Es preciso darle cuerda periódicamente para que no se pare.
- Si se alimenta continuamente, el tiempo fluye siempre adelante, de la misma forma que la sociedad progresa.
- El futuro remplaza el presente.
- Prevalecería una visión lineal según la cual cada generación instauraría un nuevo tipo de contenidos culturales.
- Si trasladamos esta concepción a la sucesión de las generaciones, cada generación aspira a vivir mejor que la anterior y a no reproducir sus contenidos culturales.
- La sucesión de las generaciones expresa el proceso de cambio social más o menos acelerado, pero también conlleva la emergencia de la brecha y del conflicto generacional: educadas según concepciones distintas del tiempo, los grupos de edad tienen expectativas diferentes respecto al pasado y al futuro.
- Los hijos aprenden sobre todo de sus coetáneos, que constituyen un nuevo referente de autoridad, e innovan de manera configurativa, con constantes modificaciones, las fases vitales, ritos de paso y condiciones biográficas por las que pasaron sus padres.
- En nuestra sociedad esta modalidad persiste en aquellas instituciones como el tiempo libre, las asociaciones juveniles y el mercado, en las que las estructuras de autoridad están repartidas y en las que la jerarquía de edad se difumina pero la edad como un todo sigue siendo un referente de clasificación social.
- Este Reloj, liberando al tiempo de su relación con los ritmos de la naturaleza, hizo de él algo abstracto y autónomo.
- Su funcionamiento se basa en darle cuerda manual o mecánicamente: ello simboliza el proceso de inserción social mediante el cual el individuo se socializa ocupando una serie de nuevos roles y status sociales, por los que va progresando por una serie de estados vitales.
- el de pulsera aparece en Suiza en 1865 y en América en 1880, siendo un símbolo de modernidad, que convierte simbólicamente al individuo en un ser adulto.Podríamos agrupar bajo esta imagen a las culturas configurativas correspondientes a las grandes civilizaciones estatales aquellas en las que “tanto los niños como los adultos aprenden de sus coetáneos”, siendo el

Reloj Digital
- Se basa en una concepción virtual o relativa del tiempo emergente en la sociedad post-industrial.
- El reloj digital se basa en un sistema binario de cálculo matemático que funciona mediante dígitos, se hizo posible gracias a que fue factible transferir las vibraciones regulares del cristal de cuarzo a las manecillas del reloj (1928).
- Instaura una visión virtual de las relaciones generacionales según la cual se invertirían las conexiones entre las edades y colapsarían los esquemas rígidos de separación geográfica.
- Aunque su difusión es fruto de los avances que buscan gran precisión, representa una visión menos agitada y más plural del tiempo; así surgen relojes para el disfrute, relojes de diseño, relojes ecológicos y de energía renovable.
- Se lo utiliza en aquellas instituciones como los medios de comunicación de masas, las nuevas tecnologías de la información, los nuevos movimientos sociales y las nuevas formas de diversión digital, en las que las estructuras de autoridad colapsan y en las que las edades se convierten en referentes simbólicos cambiantes, sujetos a constantes retroalimentaciones,
- El tiempo se desnacionaliza y pasa a ser cada vez más global.
- No existe ni el pasado ni el futuro sino únicamente el presente.
- Introduce en la vida cotidiana concepciones revolucionarias sobre el tiempo, que se basan en la teoría de la relatividad.
- La medida del tiempo se hace más precisa y ubicua, presente en cualquier rincón de la vida cotidiana, pero al mismo tiempo mucho más relativa, descentrada y ambivalente, depende desde el concepto espacial desde el que se calcula.
- Una característica del tiempo digital es que permite reprogramar el inicio, el final, duración y ritmo de una determinada actividad.
- Se crea un auténtico tiempo virtual cuya realidad depende del ámbito en el tiempo en que se propicie.
- Es el símbolo emblemático de la civilización post-industrial o posmoderna, basada en una concepción del tiempo que puede calificarse de virtual.
La imagen del tiempo digital nos da pie a reflexionar sobre las culturas prefigurativas aquellas en las que los adultos también aprenden de los niños y los jóvenes asumen una nueva autoridad mediante su captación prefigurativa del futuro aún desconocido.

EL CONTEXTO ACTUAL
Las imágenes propuestas anteriormente nos muestran que el proceso de cambios vertiginosos en el que se encuentra la sociedad actual, el fenómeno globalizante ha afectado no sólo a la economía, sino también a la información, a la cultura y a la espiritualidad.
Las aceleradas transformaciones de nuestra realidad dificultan encontrar soluciones seguras o respuestas fijas a problemáticas que continúan en desarrollo.
Parecería que entre las pocas certezas sociales que tenemos está el hecho de que vivimos un tiempo de cambios en la esfera social y personal que aún no han terminado; existe la sensación de que ya no hay nada que dure para siempre.
En este contexto descrito a grandes rasgos, existe un hilo conductor que conforma un nuevo “ecosistema comunicativo”; en efecto la irrupción de los MCS en la vida cotidiana de los individuos ha dado lugar a la “sociedad de la información” o “cultura digital” donde la nueva forma de comunicar y de interactuar han creado una realidad virtual, paralela a los parámetros tradicionales de socializar, de aprender, de hacer negocios, de relacionarse con los amigos, colegas de trabajos, socios, etc.
Para mirar esta realidad y entenderla mínimamente, son necesarios unos “lentes” que nos ayuden a mirar la realidad en la que vivimos; estos lentes que nos ayudan a tener una visión más o menos clara de nuestro mundo actual pasan por intentar comprender a los jóvenes de hoy y sus instrumentos con los que socializan y comunican.


Los jóvenes y su identidad
Este es el mundo donde se mueven los jóvenes, en un “ecosistema comunicativo” propio donde los nuevos MCS son los principales instrumentos para poder socializar y en definitiva, de vivir.
De las muchas características que pueden tener los jóvenes de hoy, evidenciaré dos elementos que nos ayudan a entender a los jóvenes de hoy: la identidad dinámica y flexible; y la afectividad.
Una de las características de la cultura juvenil es la de tener una identidad dinámica y flexible[1] alejada de paradigmas tradicionales y estáticos donde las personas venían “encasilladas” en estereotipos marcados que ofrecían cierta seguridad. El dinamismo y la flexibilidad marcan la nueva forma de relacionarse consigo mismo y con el grupo de amigos.
Es en este contexto dinámico y flexible que los jóvenes van buscando y conquistado su autoestima, su imagen propia y su seguridad personal, este mismo hecho es visto por el mundo adulto con una tendencia al pesimismo por los problemas y fragilidades que caracterizan la sociedad contemporánea, sobre todo la inseguridad e indefinición con el que se califica al mundo de lo jóvenes, donde se les acusa sin absolutos ni valores inmutables. Sin embargo, no se toma en cuenta que la flexibilidad y el dinamismo juvenil abren una mayor posibilidad de realización personal y plenitud de la vocación humana.
Si antes se tenía una visión muy rígida del mundo, hoy en día se va madurando cada vez más la capacidad de diálogo y se valora más la diversidad
Otro elemento característico de la juventud de hoy es la afectividad. En la década de los 70 las relaciones interpersonales estaban determinadas por decisiones racionales, tales como la opción de tendencias políticas o de ideologías que fundamentaban una determinada forma de ver el mundo.
Hoy los jóvenes se relacionan – sobre todo – según sus sentimientos y emociones, las decisiones, los proyectos, las elecciones, se las hace desde la afectividad con el peligro de consolidar un mundo que deja de lado las categorías racionales.
Los jóvenes de hoy han encontrado en los MCS – en concreto en las nuevas tecnologías de comunicación – a sus grandes aliados para poder enfrentar la realidad cotidiana. El Internet, que se ha transformado en la plataforma comunicativa donde convergen casi todos los MCS, es el elemento esencial del entretenimiento, información, formación y socialización del mundo juvenil – sobre todo en las sociedades desarrolladas -; donde la nueva forma de conversar es el “Chat”, la nueva forma de leer es en “hiper-texto”, se aprende a través de la “multimedia” y se hace amigos en los “net-working” o “grupos de la Web”.
[1] Pablo Cifeli, El "conflictivo" ámbito de las culturas juveniles, Buenos Aires
Los nuevos instrumentos de los jóvenes
Teléfono celular.- Según un estudio elaborado por la agencia de comunicación “Netthink”, el 92,39% de los jóvenes españoles de entre 14 y 24 años posee un móvil, que sitúa a este grupo de edad a la cabeza en el uso de esta telefonía, frente a la media del 69,79% del total de la población.
El estudio revela además que más del 94% de los jóvenes con teléfono móvil utiliza de manera habitual el servicio de mensajes, mientras que la media de todos los usuarios es del 60,33%.
Según esta compañía, en 2003 se registraron en España 19.900.000 mensajes enviados por móvil.
En Italia, por ejemplo, es impensable imaginar a un joven sin su “telefonino” (celular) Con ellos juegan, intercambian bromas y saludos, se mandan piropos y se animan a decir cosas que por timidez esconderían.
i- Pod .- los jóvenes han convertido a Internet en su primera fuente de entretenimiento e información, hoy la Web se utiliza para distribuir filmes, programas de TV y radio, en los últimos cinco años se ha desarrollado el nuevo arte del “podcasting” para permitir a los consumidores descargar música, documentos de audio y video en su i-Pods para luego intercambiarlos entre sí.
Blogs.- Un blog, también conocido como weblog o cuaderno de bitácora (listado de sucesos), es un sitio Web periódicamente actualizado que recopila cronológicamente textos o artículos de uno o varios autores, apareciendo primero el más reciente, donde el autor conserva siempre la libertad de dejar publicado lo que crea pertinente. Habitualmente, en cada artículo, los lectores pueden escribir sus comentarios y el autor darles respuesta, de forma que es posible establecer un diálogo. El uso o temática de cada weblog es particular, los hay de tipo personal, periodístico, empresarial o corporativo, tecnológico, educativo (edublogs), políticos, etc.
Para los jóvenes, los Blogs son la forma de relatarse a sí mismos y poder decir al mundo – en realidad a su mundo - su mensaje.
YouTube.- es un sitio Web que permite a los usuarios subir, ver y compartir clips de vídeos; allí se alojan clips de películas, programas de televisión, vídeos musicales, y vídeos caseros (a pesar de las reglas de YouTube para no subir videos con copyright, este material existe en abundancia); estos videos pueden ser también puestos en blogs y sitios Web personales.
Fue fundado en febrero de 2005 por tres antiguos empleados de PayPal y usa un formato Adobe Flash para servir su contenido.
YouTube es propiedad de Google, desde su compra, 10 de octubre de 2006 por 1.650 millones de dólares.
LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y JÓVENES
Las descripciones anteriores nos hacen entender mejor, que el mundo juvenil se desarrolla dentro de un ecosistema comunicativo donde los nuevos lentes para mirar el mundo, son las pantallas interactivas que se alejan cada vez más del tradicional aparato televisor.
Si en tiempos pasados las agencias de socialización privilegiadas se circunscribían a la familia y a la escuela, hoy podemos afirmar que se conoce el mundo gracias a la televisión; el mundo de los jóvenes de hoy tiene los parámetros de la publicidad y el video-clip. Estamos, pues, frente a un mundo en formato video que nos dota de afectos y conocimientos alejándose cada vez más del viejo mundo real y dejando cada vez más espacio a la realidad virtual.
El tener la condición de joven, ya no significa exclusiva o predominantemente su circulación por la institución escolar, sino que le convierte en un “destinatario target” de la publicidad y la pantallas calientes de un mundo juvenilizado.
Con la globalización de las comunicaciones y la publicidad como respaldo, la identidad como acto de apropiación simbólica ha abandonado el dominio territorial para situarse en la dimensión del consumo trans-espacial. Sin embargo, esta cultura-mundo, no es un todo homogéneo[1], sino una rearticulación de territorios (nacionales) que se fragmentan y se virtualizan, circunstancia que lleva a que jóvenes de diferentes latitudes geográficas perciban que tienen mucho más en común entre sí, que con jóvenes de barrios vecinos, respecto a quienes se alejan en capital simbólico; masas de jóvenes que van construyendo y desplegando su identidad, configurando así su mundo juvenil.
La TV, cable e Internet han contribuido significativamente a conformar esta nueva realidad, una comunidad transnacional de consumidores jóvenes que comparte nuevos universos simbólicos de la que forman parte y en la que se socializan.
Al respecto de la nuevas generaciones y los medios de comunicación, propongo el siguiente video de ciencia ficción para poder reflexionar hacia donde nos lleva este “ecositema comunicativo”, denominado también “sociedad de la información”.
[1] Germán Muñoz, “jóvenes del siglo XXI: lectores de nuevos lenguajes, Bogotá,2004
La comunicación en el 2015: http://www.unabvirtual.edu.co/epic/index.html


LA PALABRA JOVEN
No minusvalorar a los jóvenes
Este análisis descriptivo sobre los jóvenes y su ecosistema comunicativo nos revela también que las nueva generaciones no siempre encuentran un espacio en las instituciones tradicionales que de alguna manera continúan a mirar con sospecha a los jóvenes. De allí viene la pregunta casi existencial: ¿ser joven es una ventaja o una desventaja?
La respuesta a tan delicada pregunta deberá ser “de ninguna manera es una desventaja”, ya que el mundo de los jóvenes es el que da las características e identidad al mundo actual; en palabras más sencillas diremos que el mundo se ha juvenilizado, e incluso podríamos decir que obsesivamente todos tratan de ser “eternamente” jóvenes.
Contradictoriamente parece ser que nadie quiere apostar en los jóvenes, frases como “eres demasiado joven para esto” son las palabras que hemos escuchado en más de una ocasión; así que un día nos levantamos y cuando nos aprestamos para realizar un nuevo proyecto, escuchamos – quizás las mismas personas – “eres demasiado viejo para hacer esto”; aún así debemos abrir brecha con esperanza, para que cuando depositen la confianza en nuestras capacidades, nunca dejemos espacio a la incapacidad o la ineficiencia. Sí bien los jóvenes de hoy tienen nuevos instrumentos que han redefinido el tiempo y el espacio, no se puede nunca minusvalorar estas capacidades; por otro lado los jóvenes deber tomar conciencia que cuando se apuesta por ellos, asumen una gran responsabilidad de la que dependen muchas de las posibilidades de sus coetáneos.
La Palabra de Dios, es muy sabia cuando afirma: ”Que nadie te menosprecie por ser joven. Al contrario, que los creyentes vean en ti un ejemplo a seguir en la manera de hablar, en la conducta, y en amor, fe y pureza” (1Timoteo 4,12); si algún joven ha tenido la oportunidad de ser depositario de un gran tarea, deberá demostrar de ser capaz de llevarla a buen fin.

La sed de una espiritualidad
“Las Crónicas de Narnia”, “Matrix”, “The Ghost Rider”, “Harry Poter”, “el Señor de los Anillos” son solo algunos títulos de películas cuyo éxito que proyecta la sed de los jóvenes por una experiencia de tipo espiritual, que no necesariamente contempla la conexión con una institución eclesial.
“En documentales, programas de interés humano y películas de ficción, la religión y los temas de historias espirituales parecen omnipresentes. Los sitios web de naturaleza religiosa y espiritual o sobre natural proliferan en Internet. En películas, series de televisión, videsos, DVD, libros, juegos de computadora e Internet, el mundo de la imaginación se puebla de dioses y demonios, magos y brujas, ángeles, fantasmas, vampiros, salvadores, mesías y héroes míticos”[5].
Pasando por la música de “Enya” o “U2”, los jóvenes tienen una búsqueda auténtica de la felicidad, de la autorrealización y de la verdad, que no puede ser ignorada o simplemente negada, estos nuevos espacios como la realidad virtual, son el nuevo lugar de diálogo entre la Fe y la Cultura, esto conlleva el uso de códigos y categorías específicas de esos medios; no se puede obligar a los jóvenes a ver con los parámetros de una generación pasada.
La cultura juvenil, las nuevas tecnologías de comunicación, los nuevos espacios de socialización, con las nuevas posibilidades y problemáticas que conllevan, deben ser vistos con ojos de fe, es decir, como “Signos de los tiempos” donde se debe también llevar el Evangelio de Jesucristo para poner en práctica la Nueva Evangelización. No hay porqué mirar con miedo a las nuevas tecnologías[6]
A los creyentes, hombres y mujeres adultos, no corresponde dejar una juventud que dejaron atrás; pero sí saber comunicar con lenguajes y categorías jóvenes, para que dentro del ecosistema comunicativo de la cultura juvenil, vayan surgiendo espacios de diálogo y de verdaderas amistades según el Evangelio.
Un ejemplo de cuanto digo han sido los Encuentros Mundiales de la Juventud, que sin duda se repiten en menor escala en las Iglesia Particulares (diócesis y parroquias), han sido espacios donde se han unido en íntimo diálogo la experiencia espiritual de la Fe y la vida juvenil. En su momento los jóvenes fueron llamados por Juan Pablo II “Centinelas del mañana[7]”, y fueron invitados a no resignarse a la injusticia del mundo, a defender la paz, a mantener el mundo siempre habitable y a dar el propio "sí" a Cristo como centro del propio ideal y realización de la felicidad. El evento de las Jornadas de la Juventud, es pues una invitación a continuar espacios de comunicación con los jóvenes donde se pueda hablar con los jóvenes de valores auténticos que encuentran en Cristo, no sólo la plenitud como concepto, sino también a un sujeto susceptible de ser un “buen amigo”…el Amigo Supremo.


Relatarse al mundo
Para concluir quisiera señalar que si bien el rostro de la cultura juvenil se ha ido virtualizando cada vez más, precisamente debido a las nuevas tecnologías de comunicación, corresponde a los hombres y mujeres de fe de todas las edades, cristianizar la realidad virtual; jóvenes ciudadanos de estos nuevos espacios creados por los MCS que son capaces de relatarse y decir al mundo quiénes son, qué sientes, cómo ven el mundo; y cómo viven su fe, qué sienten cuando desbordan sus límites, cuando se enfrentan al sufrimiento, a la felicidad.
Es eso lo que ya están haciendo millones de jóvenes a través de la mensajería instantánea y de los blogs; corresponde a los jóvenes cristianos también irrumpir en este mundo llevando el rostro de Cristo.
Culmino con un mensaje de Juan Pablo II, para vosotros:




[1] Carles Feixa Pampols, El reloj de arena. Culturas juveniles en México, México, 1998

[2] Margaret Mead, Cultura y compromiso, Granica, Buenos Aires,1971
[3] Pablo Cifeli, El "conflictivo" ámbito de las culturas juveniles, Buenos Aires
[4] Germán Muñoz, “jóvenes del siglo XXI: lectores de nuevos lenguajes, Bogotá,2004

[5] Revista Signis Media, “Spirituality and popular culture”, I/2007
[6] Juan Pablo II, Carta Apostólica El rápido desarrollo, Enero 2005
[7] Juan Pablo II, Carta Apostólica Novo Millennio Ineunte, Enero 2001

13 abr 2007

Epic, como sera Internet hacia el 2015?


Este ducumental calza perfecto para los debates que siempre se arma sobre si desaperecerán o no los periódicos o mejor dicho para poder enriquecer con mejores argumentos la discusión de cómo los nuevos soportes están modificando las prácticas…

Lo bueno es que podemos reencontrar esta “parábola futurista” (como la llamó el profesor José Luis Orihuela) con subtítulos en español que era uno de los inconvenientes que tenía el video (en su anterior versión 2014) o también en You Tube para compartirlo en otros sitios y bajarlo.

Así que disfrutemos nuevamente del Epic 2015 en español (gracias a Cinerama, excelente blog de cine, por el dato). (Por cierto en esta historia en la que Google y Amazone forman “Googlezone” queda fuera Technorati)
Epic 2015

crèditos del film en: http://www.unabvirtual.edu.co/epic.php

11 abr 2007

Las comunicaciones sociales y la juventud (1970)

MENSAJE DEL PAPA PABLO VI
PARA LA IV JORNADA MUNDIAL
DE LAS COMUNICACIONES SOCIALES



Queridos hermanos e hijos, vosotros todos, hombres de buena voluntad,
vosotros, sobre todo, jóvenes del mundo entero:

La Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales se centra este año en un tema que ciertamente os preocupa en gran manera: «Las comunicaciones sociales y la juventud». En efecto, ¿quién no es consciente de la inmensa responsabilidad que incumbe a todos y a cada uno de nosotros, ante la historia y ante Dios, de aprovechar las posibilidades extraordinarias que estos medios nos proporcionan para ayudar a los jóvenes a informarse, a formarse, a descubrir los problemas reales del mundo, a perseguir los valores auténticos de la vida, a asumir con plenitud su vocación de hombres y de cristianos?

En verdad acuciantes son las preguntas que se plantean a todos los hombres de buena voluntad, a las organizaciones privadas, nacionales o internacionales, y también a la Iglesia: Adultos, ¿cómo serán los jóvenes del mañana en este universo que vosotros hoy les preparáis? Jóvenes, ¿qué sociedad vais a realizar cuando os toque tener en las manos los destinos del mundo?

Hermanos e hijos, a todos queremos decir, urgidos por la conciencia de nuestra responsabilidad pastoral: el mañana será como lo habremos preparado hoy, con la ayuda de Dios.

¿Es necesario, pues, recordar una vez más que el fenómeno cobra cada día mayor amplitud? La prensa, la radio, la televisión, tienden a neutralizar e incluso a suplantar cuanto las generaciones de ayer transmitían a sus herederos valiéndose de los medios tradicionales de la cultura: el trato familiar, la acción educadora de la escuela y de la parroquia, la enseñanza de los maestros y educadores. Hoy entran en juego nuevas fuentes del saber y de la cultura que por su ingente poder de penetración, alcanzan con su impacto tanto la sensibilidad como la inteligencia, con todo el cortejo de disonancias imaginativas e ideológicas provocadas por las imágenes sonoras y visuales.

Maravillosos medios de apertura, de contacto, de comunicación, de participación, ciertamente. A condición, claro está, de que no se olvide su carácter de medios al servicio de un fin, el único fin digno de este nombre: el servicio del hombre de todos los hombres y de todo el hombre (cf. Populorum Progressio, n. 14). Pero, al contrario, como acontece con demasiada frecuencia, manejados por una industria que se convierte en su propio fin, degeneran en instrumentos de explotación sobre todo de los jóvenes y de los niños, consumidores fáciles de arrastrar por las pendientes del erotismo y de la violencia, o por los caminos tortuosos de la incertidumbre, la ansiedad y la angustia. Ojalá que todas las personas honradas se aunaran para lanzar un grito de alarma y se pusiera fin a empresas que fuerza es cualificar de corruptoras.

Así pues, ¿quién no capta la urgencia de utilizar de tal manera los medios de comunicación y su lenguaje emocional, a través del sonido, de la imagen del color y del movimiento, que sean en verdad los canales modernos de intercambios humanos, capaces de responder a la expectación de la juventud?

¡Qué gran fortuna esta abundancia de alimento, si es sano, si el organismo está preparado para recibirlo, si puede incluso asimilarlo sin intoxicarse! Maravillosa posibilidad, ciertamente, para tantos jóvenes el poder encontrar una distracción de calidad, adquirir una amplia información y, para algunos, recibir una primera formación a la lectura y a la escritura, -queremos recordarlo especialmente en este Año Mundial de la Educación, proclamado por las Naciones Unidas en el umbral del segundo decenio para el desarrollo-, acceder a una cultura selecta, saborear los auténticos valores de la fraternidad, de la paz, de la justicia, del bien común.

Tarea en verdad apasionante la de quienes manejan estos medios gigantescos, el ponerlos al servicio de los jóvenes. Pero, ¿de qué servirá todo ello si los padres y los educadores no ayudan a los jóvenes a elegir, a juzgar, a asimilar lo que se les propone, y así ser capaces de formarse como hombres y como cristianos cabales? De no ser así, los jóvenes corren el riesgo de permanecer pasivos, fascinados, por así decirlo, ante aquellas poderosas solicitaciones, traídos y llevados por deseos encontrados e incapaces de domeñarlos con carácter.

Finalmente, ¿quién sabrá presentar a los jóvenes el mensaje de vida auténtica, leal y valiente, que ellos esperan quizá inconscientemente? Centenares de millones de hombres se han entusiasmado al unísono ante las sorprendentes imágenes de los primeros pasos del hombre sobre la luna. ¿Quién será capaz de unirlos en el mismo fervor alrededor del Dios de amor que vino a caminar con paso de hombre en nuestra tierra, para «llamarnos a todos a participar como hijos en la vida del Dios vivo, Padre de todos los hombres» (cf. Populorum Progressio, n. 21)?

Quisiéramos paternalmente alentar y estimular a todos los que en gran número, lo sabemos, sacerdotes, religiosos, religiosas y seglares, se emplean con ardor en buscar, a través de los «mass-media», un nuevo lenguaje para anunciar a los jóvenes esta buena nueva, que sigue siendo siempre una nueva sorprendente. ¿Quién podría dudar de que, en efecto, los jóvenes de hoy esperan este anuncio, tienen sed de este testimonio, y saben reconocer, también ellos, con gozo profundo al que es, en Sí mismo, la respuesta a sus interrogantes más radicales y desconcertantes, El que «se ha hecho para nosotros sabiduría, justicia, santificación y redención» (1 Cor, 1, 30)?

«Jóvenes, buscad a Cristo para manteneros jóvenes» (San Agustín, Ad fratres in eremo, serm. XLIV). He aquí lo que anhelamos para vosotros y lo que os pedimos.

Aprovechar todos, padres y educadores, productores, realizadores y usuarios de la prensa, la radio, el cine y la televisión esta Jornada Mundial de los Medios de Comunicación Social para una reflexión provechosa y para tomar resoluciones fecundas, en orden al mayor bien de la juventud.

Con la confianza de que así lo haréis, os enviamos a todos nuestra afectuosa bendición apostólica.

Vaticano, 6 de abril de 1970.

Evangelización: ¿solo informar? - ¿está informado bien la Iglesia de hoy?

A  continuación, reflexionamos sobre el tema de la Comunicación en la Iglesia, y en particularsobre la Evangelización y su relación con la i...